¿Cómo cuidar la piel?

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta al 10% de la población de nuestro país. En general es una patología que se da en personas de más de 40 años, pero en algunos casos también puede ocurrir antes de eso.

Se caracteriza por un aumento de la glucosa en la sangre producido por una alteración metabólica.

Los factores que predisponen a tener esta patología se relacionan con el sobrepeso, el tabaquismo, malos hábitos de alimentación, sedentarismo, etc.

Las personas que cursan con diabetes presentan alteraciones en varios sistemas, afectando el buen funcionamiento de estos. El sistema vascular es uno de los más afectados, así como también lo está el sistema inmunológico, motivo por el cual la piel es uno de los órganos más vulnerables en estas situaciones clínicas.

Una persona con diabetes tiene mayor riesgo de problemas en la piel. Esto se debe al mal funcionamiento de las células encargadas de la inmunidad, reduciéndose así la capacidad del organismo de responder ante el ataque de hongos y bacterias. Estos encuentran alimento en los altos niveles de glucosa de aquellos pacientes que interrumpen o son inconsistentes con el tratamiento.

La hidratación cumple un papel fundamental en las personas que presentan diabetes ya que puede ayudar a calmar la piel seca y puede reducir la necesidad de rascado. La piel seca y con picazón puede ser un riesgo, sobre todo porque al rascarse se puede dañar la piel y generar un problema mayor.

Si tiene diabetes y piel dañada, siempre debe consultar a su médico para que le aconseje. Si bien la piel seca y con picazón es una preocupación general para aquellos que tienen diabetes, los pies en particular pueden ser propensos a la sequedad. Es esencial hidratar los pies regularmente para ayudar a prevenir pies secos y agrietados, que puede provocar picazón.

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